El efecto de la exposición al frío sobre las defensas inmunitarias: una exploración científica

El hombre de hielo Wim Hof ​​ha cautivado la atención de la comunidad científica por su capacidad para tolerar condiciones de frío extremo. Matthijs Kox, de la Universidad de Nijmegen en Países Bajos, dirigió un estudio en 2014 para explorar las implicaciones de la exposición al frío en las respuestas inmunitarias . Aunque los resultados son preliminares, han abierto la puerta a una comprensión más profunda de los posibles efectos del frío en nuestro sistema inmunológico.

En este estudio, a doce participantes que siguieron el método Wim Hof ​​durante diez días se les inyectó una toxina. Los resultados revelaron que este grupo experimentó una respuesta inflamatoria reducida y menos síntomas en comparación con el grupo no entrenado. Estos hallazgos sugirieron que la exposición al frío podría tener un efecto regulador sobre la respuesta inflamatoria del cuerpo.

Explicando el efecto sobre las defensas inmunes

Activación de células inmunes

Cuando el cuerpo se expone al frío, reacciona movilizando sus recursos para mantener la temperatura corporal. La reacción de este cuerpo al frío da como resultado una mayor liberación de adrenalina, una hormona que puede estimular las células inmunes para que actúen de manera más proactiva.

Estimulación de la liberación hormonal

La exposición al frío también puede estimular la liberación de hormonas beneficiosas para el sistema inmunológico, como la adrenalina y la noradrenalina. Estas hormonas pueden influir positivamente en la función inmune, fortaleciendo así los mecanismos de defensa del cuerpo.

Efecto antiinflamatorio

Estudios anteriores han sugerido que el frío puede tener un efecto antiinflamatorio al modular las respuestas inflamatorias excesivas. El estudio de Matthijs Kox mostró una reducción de la respuesta inflamatoria en los participantes expuestos al frío, lo que podría indicar un efecto regulador de la inflamación.

Fortalecimiento de la adaptabilidad

La exposición repetida al frío, como en el método Wim Hof, puede fortalecer la adaptabilidad del cuerpo al estrés ambiental. Esta mayor adaptabilidad puede incluir una mejor capacidad de respuesta del sistema inmunológico ante posibles atacantes.

    Sin embargo, a pesar de estos hallazgos prometedores, es importante señalar que la evidencia sigue siendo limitada y que el método Wim Hof, así como la inmersión en agua fría, no están exentos de riesgos. Investigadores británicos señalaron en una revisión de 2017 que la inmersión en agua fría puede provocar riesgo de hipotermia, congelación, malestar y ataques cardíacos en el agua si la duración de la exposición es demasiado prolongada y si la temperatura del agua es muy baja.

    En conclusión, estudios preliminares sugieren que la exposición al frío podría tener un efecto positivo sobre las defensas inmunitarias al modular las respuestas inflamatorias y estimular determinadas hormonas.

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    Sin embargo, es necesario abordar esta práctica con precaución debido a los riesgos potenciales de ahogamiento.

    "Matthijs Kox, de la Universidad de Nijmegen (Países Bajos), publicó un estudio en 2014: tras la inyección de una toxina, 12 personas iniciadas durante diez días con el método Wim Hof ​​tuvieron una reacción inflamatoria más débil y menos síntomas que los no entrenados. grupo."

    Fuente: https://www.caminteresse.fr/sante/quels-sont-les-bienfaits-du-froid-sur-le-systeme-immunitaire-11157618/